La Ciudad con un Lago Cristalino y Dorados Racimos de Uvas

Los poetas persas han elogiado largamente la variedad de huertos de uvas de Urmia: “en las pintorescas rutas de Urmia, usted contemplará caravanas cargadas de uvas”. La provincia de Azarbaiyán Occidental cuenta con el privilegio de una belleza natural, incluidas las zonas de Urmia, Maku, y Silvaneh (Silvana), una ciudad ubicada en las faldas de altas cumbres, en la frontera entre Irán y Turquía. El nombre de “Silvana” deriva de una palabra italiana que significa diosa de las selvas, y la región se conoce popularmente como “un pedacito de cielo”.
El majestuoso sitio de Tajt-e Soleymán, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, al sudeste de la ciudad, esconde multitud de misterios de antiguos imperios. Según las crónicas históricas, había un templo en la ciudad hecho por mandato de Santa María, que fue acaso la primera iglesia antes de la Natividad. A lo largo de la historia, Urmia fue consideraba además “la ciudad de las religiones” debido a la variedad de una población que comprendía gentes de diferentes creencias y etnias conviviendo en paz.
Con la irrupción de misioneros americanos a principios del siglo XIX, Urmia comenzó el proceso de modernización antes que otras ciudades iraníes, y en esta ciudad se establecieron la primera escuela moderna, el primer hospital y la primera imprenta de Irán. Entre otros atractivos de la ciudad se pueden mencionar la torre Segonbad, la mezquita Yame de Urmia y la catedral de Santa María.

Urmia

Los poetas persas han elogiado largamente la variedad de huertos de uvas de Urmia: “en las pintorescas rutas de Urmia, usted contemplará caravanas cargadas de uvas”. La provincia de Azarbaiyán Occidental cuenta con el privilegio de una belleza natural, incluidas las zonas de Urmia, Maku, y Silvaneh (Silvana), una ciudad ubicada en las faldas de altas cumbres, en la frontera entre Irán y Turquía. El nombre de “Silvana” deriva de una palabra italiana que significa diosa de las selvas, y la región se conoce popularmente como “un pedacito de cielo”.
El majestuoso sitio de Tajt-e Soleymán, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, al sudeste de la ciudad, esconde multitud de misterios de antiguos imperios. Según las crónicas históricas, había un templo en la ciudad hecho por mandato de Santa María, que fue acaso la primera iglesia antes de la Natividad. A lo largo de la historia, Urmia fue consideraba además “la ciudad de las religiones” debido a la variedad de una población que comprendía gentes de diferentes creencias y etnias conviviendo en paz.
Con la irrupción de misioneros americanos a principios del siglo XIX, Urmia comenzó el proceso de modernización antes que otras ciudades iraníes, y en esta ciudad se establecieron la primera escuela moderna, el primer hospital y la primera imprenta de Irán. Entre otros atractivos de la ciudad se pueden mencionar la torre Segonbad, la mezquita Yame de Urmia y la catedral de Santa María.

Urmia

Los poetas persas han elogiado largamente la variedad de huertos de uvas de Urmia: “en las pintorescas rutas de Urmia, usted contemplará caravanas cargadas de uvas”. La provincia de Azarbaiyán Occidental cuenta con el privilegio de una belleza natural, incluidas las zonas de Urmia, Maku, y Silvaneh (Silvana), una ciudad ubicada en las faldas de altas cumbres, en la frontera entre Irán y Turquía. El nombre de “Silvana” deriva de una palabra italiana que significa diosa de las selvas, y la región se conoce popularmente como “un pedacito de cielo”.
El majestuoso sitio de Tajt-e Soleymán, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, al sudeste de la ciudad, esconde multitud de misterios de antiguos imperios. Según las crónicas históricas, había un templo en la ciudad hecho por mandato de Santa María, que fue acaso la primera iglesia antes de la Natividad. A lo largo de la historia, Urmia fue consideraba además “la ciudad de las religiones” debido a la variedad de una población que comprendía gentes de diferentes creencias y etnias conviviendo en paz.
Con la irrupción de misioneros americanos a principios del siglo XIX, Urmia comenzó el proceso de modernización antes que otras ciudades iraníes, y en esta ciudad se establecieron la primera escuela moderna, el primer hospital y la primera imprenta de Irán. Entre otros atractivos de la ciudad se pueden mencionar la torre Segonbad, la mezquita Yame de Urmia y la catedral de Santa María.

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