El desierto de Rig-e Jenn, situado en la provincia de Semnán, es considerado uno de los lugares más inhóspitos del mundo donde no se aprecia ningún indicio de vida. Es una zona del desierto central de irán ubicado en Dasht-e Kavir y figura como el tercer desierto más extenso de Irán.
La vista del desierto
El desierto de Rig-e Jenn ocupa una superficie de 3.800 km2 que contienen ciénagas muy peligrosas. En la creencia de locales y turistas, este desierto es concebido como un lugar horroroso, misterioso y enigmático. La causa de esta creencia es el haberse perdido gente en este desierto y ser intransitables algunas áreas del desierto tiempo atrás. Debido a la falta de flora en la región y a los fuertes vientos, la forma de los médanos cambia continuamente. La parte erosionada del desierto de Rig-e Jenn está repleta de dunas. Los depósitos de sal en todas partes del desierto imposibilitan el acceso a distintas zonas del mismo sin el equipo adecuado.
Fotografía aérea del desierto de Rig-e Jenn
El acceso a algunas partes de este desierto se aprecia fatigoso. Además, el desierto sufre de la falta de agua. Esta región alberga muchos pantanos de sal y las dunas altas e inaccesibles. Por eso, los indígenas creían que este lugar estaba controlado por poderes extraterrestres y genios. Otra causa de estas creencias fue el extremo calor del desierto y la violenta frecuencia de los vientos. La gran amplitud térmica entre el día y la noche ocasiona el desmoronamiento de piedras y un sonido repentino y espantoso en el desierto. Este fenómeno se llama “llanto de las piedras”. Tras el paso de caminantes que pudieron cruzar el desierto, la creencia cambió.
Senderismo en el desierto de Rig-e Jenn
El desierto está rodeado de varias montañas. No hay un límite determinado para el desierto de Rig-e Jenn. El punto norte del desierto se encuentra con las altas montañas. Asimismo, después de recorrer unos 1000 km. de distancia, se puede ver el paisaje del monte Damavand.
Descubra el “país de nunca jamás” de Irán con Pasargad Tours.
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La vista del desierto
El desierto de Rig-e Jenn ocupa una superficie de 3.800 km2 que contienen ciénagas muy peligrosas. En la creencia de locales y turistas, este desierto es concebido como un lugar horroroso, misterioso y enigmático. La causa de esta creencia es el haberse perdido gente en este desierto y ser intransitables algunas áreas del desierto tiempo atrás. Debido a la falta de flora en la región y a los fuertes vientos, la forma de los médanos cambia continuamente. La parte erosionada del desierto de Rig-e Jenn está repleta de dunas. Los depósitos de sal en todas partes del desierto imposibilitan el acceso a distintas zonas del mismo sin el equipo adecuado.
Fotografía aérea del desierto de Rig-e Jenn
El acceso a algunas partes de este desierto se aprecia fatigoso. Además, el desierto sufre de la falta de agua. Esta región alberga muchos pantanos de sal y las dunas altas e inaccesibles. Por eso, los indígenas creían que este lugar estaba controlado por poderes extraterrestres y genios. Otra causa de estas creencias fue el extremo calor del desierto y la violenta frecuencia de los vientos. La gran amplitud térmica entre el día y la noche ocasiona el desmoronamiento de piedras y un sonido repentino y espantoso en el desierto. Este fenómeno se llama “llanto de las piedras”. Tras el paso de caminantes que pudieron cruzar el desierto, la creencia cambió.
Senderismo en el desierto de Rig-e Jenn
El desierto está rodeado de varias montañas. No hay un límite determinado para el desierto de Rig-e Jenn. El punto norte del desierto se encuentra con las altas montañas. Asimismo, después de recorrer unos 1000 km. de distancia, se puede ver el paisaje del monte Damavand.
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