La Capital de la Persia Antigua

Si se quiere descubrir la historia del urbanismo en la Persia antigua resulta imprescindible visitar el sitio de Susa, declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Localizado al suroeste de Irán, esta increíble ciudad antigua ha sido de manera ininterrumpida el hogar de una de las civilizaciones más antiguas en la historia de ser humano. Susa presume de ser la capital de la primera monarquía de Irán hace 7000 años.
Los elamitas, que no eran semitas ni tampoco arios, sino indígenas del oeste de Irán, fueron contemporáneos de sus vecinos, los sumerios y babilonios. Próxima al río Shavur está la Tumba del profeta bíblico Daniel, en la zona occidental de los montículos. Tras la caída de los elamitas, Susa volvió a prosperar cuando se convirtió en la capital de invierno del Imperio Persa Aqueménida. De hecho, una amplia parte de los vestigios actuales data de la época del Imperio Aqueménida (s.VI a.C.). Las ruinas del palacio Apadana perteneciente a Darío transportan la imaginación hacia el espléndido mundo antiguo que llegó a ser una vez.
Susa además se halla contigua al sitio, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, de Chogazanbil, uno de los escasos zigurats existentes fuera de Mesopotamia. Hay más de lo que parece a primera vista en esta magnífica y sólida estructura. No es sólo el recuerdo de la gloria de la época elamita, es también el testamento del politeísmo a lo largo de la trayectoria de la historia humana en el antiguo mundo.
A una hora de viaje de Susa se encuentra el Sistema Hidráulico Histórico de Shushtar, otro sitio declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Es una ciudad de tamaño reducido encaramada en unos riscos de roca caliza sobre el río Karun, cuyo pasado podemos rastrear a través de una extraordinaria serie de canales interconectados, presas, puentes y obras de riego.

Susa

Si se quiere descubrir la historia del urbanismo en la Persia antigua resulta imprescindible visitar el sitio de Susa, declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Localizado al suroeste de Irán, esta increíble ciudad antigua ha sido de manera ininterrumpida el hogar de una de las civilizaciones más antiguas en la historia de ser humano. Susa presume de ser la capital de la primera monarquía de Irán hace 7000 años.
Los elamitas, que no eran semitas ni tampoco arios, sino indígenas del oeste de Irán, fueron contemporáneos de sus vecinos, los sumerios y babilonios. Próxima al río Shavur está la Tumba del profeta bíblico Daniel, en la zona occidental de los montículos. Tras la caída de los elamitas, Susa volvió a prosperar cuando se convirtió en la capital de invierno del Imperio Persa Aqueménida. De hecho, una amplia parte de los vestigios actuales data de la época del Imperio Aqueménida (s.VI a.C.). Las ruinas del palacio Apadana perteneciente a Darío transportan la imaginación hacia el espléndido mundo antiguo que llegó a ser una vez.
Susa además se halla contigua al sitio, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, de Chogazanbil, uno de los escasos zigurats existentes fuera de Mesopotamia. Hay más de lo que parece a primera vista en esta magnífica y sólida estructura. No es sólo el recuerdo de la gloria de la época elamita, es también el testamento del politeísmo a lo largo de la trayectoria de la historia humana en el antiguo mundo.
A una hora de viaje de Susa se encuentra el Sistema Hidráulico Histórico de Shushtar, otro sitio declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Es una ciudad de tamaño reducido encaramada en unos riscos de roca caliza sobre el río Karun, cuyo pasado podemos rastrear a través de una extraordinaria serie de canales interconectados, presas, puentes y obras de riego.

Susa

Si se quiere descubrir la historia del urbanismo en la Persia antigua resulta imprescindible visitar el sitio de Susa, declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Localizado al suroeste de Irán, esta increíble ciudad antigua ha sido de manera ininterrumpida el hogar de una de las civilizaciones más antiguas en la historia de ser humano. Susa presume de ser la capital de la primera monarquía de Irán hace 7000 años.
Los elamitas, que no eran semitas ni tampoco arios, sino indígenas del oeste de Irán, fueron contemporáneos de sus vecinos, los sumerios y babilonios. Próxima al río Shavur está la Tumba del profeta bíblico Daniel, en la zona occidental de los montículos. Tras la caída de los elamitas, Susa volvió a prosperar cuando se convirtió en la capital de invierno del Imperio Persa Aqueménida. De hecho, una amplia parte de los vestigios actuales data de la época del Imperio Aqueménida (s.VI a.C.). Las ruinas del palacio Apadana perteneciente a Darío transportan la imaginación hacia el espléndido mundo antiguo que llegó a ser una vez.
Susa además se halla contigua al sitio, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, de Chogazanbil, uno de los escasos zigurats existentes fuera de Mesopotamia. Hay más de lo que parece a primera vista en esta magnífica y sólida estructura. No es sólo el recuerdo de la gloria de la época elamita, es también el testamento del politeísmo a lo largo de la trayectoria de la historia humana en el antiguo mundo.
A una hora de viaje de Susa se encuentra el Sistema Hidráulico Histórico de Shushtar, otro sitio declarado patrimonio mundial por la UNESCO. Es una ciudad de tamaño reducido encaramada en unos riscos de roca caliza sobre el río Karun, cuyo pasado podemos rastrear a través de una extraordinaria serie de canales interconectados, presas, puentes y obras de riego.

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