La Ciudad de los Captavientos

Según los historiadores iraníes, cuando Alejandro Magno iba camino de Jorasán (una provincia al este del país), erigió un castillo en Yazd y lo denominó Kaseh (palabra que significa cárcel en griego). Recibió más tarde el nombre de Cárcel de Zulqarnein y hoy día se conoce popularmente como “Cárcel de Alejandro”. Zulqarnein es un epiteto nombrado en el Corán, apelativo que algunos estudiosos piensan que se refiere a Alejandro. Se desconoce si Kaseh era de verdad Yazd o una ciudad próxima a Yazd que posteriormente se unió con Yazd. Hay otra leyenda en torno al vínculo de Alejandro con Yazd que involucra a Aristóteles, el gran filósofo y maestro de Alejandro. Según esta historia, Aristóteles consideró que Yazd podía ser un lugar apropiado para los prisioneros, diciendo: “Yazd es una tierra de arena con un tiempo estable, así que mientras las partículas de arena no se mezclen, los prisioneros no podrán unirse”. Hafez-e Shirazi, el afamado poeta del siglo XIV también cita la Cárcel de Alejandro en su poesía. Se cree que el término “Yazd” procede de la palabra Yazdán, que significa Dios en persa.

Los documentos históricos confirman el papel indispensable que desempeñó Yazd en el comercio de la Ruta de la Seda y en el comercio internacional, tal como fue relatado en el siglo XIII por Marco Polo, quien elogia la “gente noble e ingeniosa” de Yazd y los famosos géneros de seda de Yazd. Otro aspecto diferencial en la historia de Yazd es el destacado papel que jugaron las mujeres en su desarrollo, que la hace acreedora a considerarse la ciudad de las mujeres innovadoras. Cosroes I (rey sasánida entre 531- 579) tuvo dos hijos: un hijo y una hija. Le concedió el gobierno de Yazd a su hija Mehrnegar, y ella acometió importantes mejoras en Yazd. A Cosroes I le sucedió Cosroes II, que actuó igual y otorgó Yazd a sus hijas: Irandojt y Turandojt; hoy el pueblo llamado Turan Posht es un homenaje a ella y a aquella época. Asimismo, a lo largo del período islámico, el papel de las princesas Turkic en el florecimiento de Yazd es irrefutable.

Como primera ciudad de adobe del mundo, Yazd es extraordinaria en muchos aspectos; su arquitectura de barro y estrechos callejones conserva reminiscencias de los primeros aldeanos del mundo. La introvertida arquitectura de Yazd forma un conjunto de hermosas viviendas, minaretes, captavientos y cúpulas que transportan a los visitantes a los albores de la historia. Los captavientos o aparatos de aire acondicionado de entonces funcionan tan sorprendentemente que Sir Percy Sykes, un soldado y diplomático británico del siglo XIX los ha descrito así: “los minaretes y captavientos de Yazd evocan los cuentos de “Las Mil y Una Noches”. El sistema de qanat (canales subterráneos de agua) se considera también otro extraordinario ejemplo del desarrollo sostenible que empezó en Yazd hace unos cuatro mil años.

Yazd

Según los historiadores iraníes, cuando Alejandro Magno iba camino de Jorasán (una provincia al este del país), erigió un castillo en Yazd y lo denominó Kaseh (palabra que significa cárcel en griego). Recibió más tarde el nombre de Cárcel de Zulqarnein y hoy día se conoce popularmente como “Cárcel de Alejandro”. Zulqarnein es un epiteto nombrado en el Corán, apelativo que algunos estudiosos piensan que se refiere a Alejandro. Se desconoce si Kaseh era de verdad Yazd o una ciudad próxima a Yazd que posteriormente se unió con Yazd. Hay otra leyenda en torno al vínculo de Alejandro con Yazd que involucra a Aristóteles, el gran filósofo y maestro de Alejandro. Según esta historia, Aristóteles consideró que Yazd podía ser un lugar apropiado para los prisioneros, diciendo: “Yazd es una tierra de arena con un tiempo estable, así que mientras las partículas de arena no se mezclen, los prisioneros no podrán unirse”. Hafez-e Shirazi, el afamado poeta del siglo XIV también cita la Cárcel de Alejandro en su poesía. Se cree que el término “Yazd” procede de la palabra Yazdán, que significa Dios en persa.

Los documentos históricos confirman el papel indispensable que desempeñó Yazd en el comercio de la Ruta de la Seda y en el comercio internacional, tal como fue relatado en el siglo XIII por Marco Polo, quien elogia la “gente noble e ingeniosa” de Yazd y los famosos géneros de seda de Yazd. Otro aspecto diferencial en la historia de Yazd es el destacado papel que jugaron las mujeres en su desarrollo, que la hace acreedora a considerarse la ciudad de las mujeres innovadoras. Cosroes I (rey sasánida entre 531- 579) tuvo dos hijos: un hijo y una hija. Le concedió el gobierno de Yazd a su hija Mehrnegar, y ella acometió importantes mejoras en Yazd. A Cosroes I le sucedió Cosroes II, que actuó igual y otorgó Yazd a sus hijas: Irandojt y Turandojt; hoy el pueblo llamado Turan Posht es un homenaje a ella y a aquella época. Asimismo, a lo largo del período islámico, el papel de las princesas Turkic en el florecimiento de Yazd es irrefutable.

Como primera ciudad de adobe del mundo, Yazd es extraordinaria en muchos aspectos; su arquitectura de barro y estrechos callejones conserva reminiscencias de los primeros aldeanos del mundo. La introvertida arquitectura de Yazd forma un conjunto de hermosas viviendas, minaretes, captavientos y cúpulas que transportan a los visitantes a los albores de la historia. Los captavientos o aparatos de aire acondicionado de entonces funcionan tan sorprendentemente que Sir Percy Sykes, un soldado y diplomático británico del siglo XIX los ha descrito así: “los minaretes y captavientos de Yazd evocan los cuentos de “Las Mil y Una Noches”. El sistema de qanat (canales subterráneos de agua) se considera también otro extraordinario ejemplo del desarrollo sostenible que empezó en Yazd hace unos cuatro mil años.

Yazd

Según los historiadores iraníes, cuando Alejandro Magno iba camino de Jorasán (una provincia al este del país), erigió un castillo en Yazd y lo denominó Kaseh (palabra que significa cárcel en griego). Recibió más tarde el nombre de Cárcel de Zulqarnein y hoy día se conoce popularmente como “Cárcel de Alejandro”. Zulqarnein es un epiteto nombrado en el Corán, apelativo que algunos estudiosos piensan que se refiere a Alejandro. Se desconoce si Kaseh era de verdad Yazd o una ciudad próxima a Yazd que posteriormente se unió con Yazd. Hay otra leyenda en torno al vínculo de Alejandro con Yazd que involucra a Aristóteles, el gran filósofo y maestro de Alejandro. Según esta historia, Aristóteles consideró que Yazd podía ser un lugar apropiado para los prisioneros, diciendo: “Yazd es una tierra de arena con un tiempo estable, así que mientras las partículas de arena no se mezclen, los prisioneros no podrán unirse”. Hafez-e Shirazi, el afamado poeta del siglo XIV también cita la Cárcel de Alejandro en su poesía. Se cree que el término “Yazd” procede de la palabra Yazdán, que significa Dios en persa.

Los documentos históricos confirman el papel indispensable que desempeñó Yazd en el comercio de la Ruta de la Seda y en el comercio internacional, tal como fue relatado en el siglo XIII por Marco Polo, quien elogia la “gente noble e ingeniosa” de Yazd y los famosos géneros de seda de Yazd. Otro aspecto diferencial en la historia de Yazd es el destacado papel que jugaron las mujeres en su desarrollo, que la hace acreedora a considerarse la ciudad de las mujeres innovadoras. Cosroes I (rey sasánida entre 531- 579) tuvo dos hijos: un hijo y una hija. Le concedió el gobierno de Yazd a su hija Mehrnegar, y ella acometió importantes mejoras en Yazd. A Cosroes I le sucedió Cosroes II, que actuó igual y otorgó Yazd a sus hijas: Irandojt y Turandojt; hoy el pueblo llamado Turan Posht es un homenaje a ella y a aquella época. Asimismo, a lo largo del período islámico, el papel de las princesas Turkic en el florecimiento de Yazd es irrefutable.

Como primera ciudad de adobe del mundo, Yazd es extraordinaria en muchos aspectos; su arquitectura de barro y estrechos callejones conserva reminiscencias de los primeros aldeanos del mundo. La introvertida arquitectura de Yazd forma un conjunto de hermosas viviendas, minaretes, captavientos y cúpulas que transportan a los visitantes a los albores de la historia. Los captavientos o aparatos de aire acondicionado de entonces funcionan tan sorprendentemente que Sir Percy Sykes, un soldado y diplomático británico del siglo XIX los ha descrito así: “los minaretes y captavientos de Yazd evocan los cuentos de “Las Mil y Una Noches”. El sistema de qanat (canales subterráneos de agua) se considera también otro extraordinario ejemplo del desarrollo sostenible que empezó en Yazd hace unos cuatro mil años.

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